“Mientras yo viva” (1979)
Editorial Oriens. Madrid, 1979
Queridos amigos;
Poco antes de que llegara oficialmente el Otoño
vino a mi casa de incógnito;
fue el quince, lo recuerdo bien,
nos encontramos en medio de las luces, colores y sombras, en medio.
Esa es mi casa:
en medio de las luces, colores y sombras.
Mi casa es el atardecer, y la tuya.
Desde ese azul secreto y la luz oscura del día mediado
iniciamos nuestra tarea.
Digo iniciamos por darme importancia;
ya sé bien que es sólo Otoño quien trabaja.
“Los doce cantos” (1979)
Ediciones Algar. Madrid, 1979.
Edición numerada del 1 al 1000
96pp.
Smilodon Beige ha subido a la roca, y mírale, grita, brama enfurecido; pero parece su bramido endeble como el papel, y es porque su furor esté escrito.
El sol a su espalda semeja un halo suyo, pero las plantas y el celaje bien dicen que no lo es.
¡Quién sabe si está alto... No se ve el suelo.
Furor escrito... Solamente devora al que lee; eso mismo sucedió a Juan cuando, en la isla, se comió el libro: le ardieron las entrañas...
“Estaciones Cotidianas” (1984)
Ediciones Rialp. Madrid, 1984
EXORDIO
TODAS las cosas son huella;
ninguna irradia luz propia.
Cada vez que vuelvo a casa, traigo
de la calle imágenes, espejos...
Al golpe de mi trabajo
saltan estrellas.
Y en mi jardín cotidiano
se suceden las estaciones.
Con todo enciendo, en esta noche,
la luminaria del alma,
que es apenas luz
ante la luz que yo sé.
“Hojas de calendario” (1988)
Edición Angel Caffarena. Málaga 1988
18 de agosto
Almendro en el verano y polvoriento,
tan solitario y dolorido,
hojas desangeladas,
ni verdes ni amarillas;
la sonrisa sin ganas, desvaída.
La rama (1988)
Asociación Prometeo de poesía. Madrid, 1988
INVOCACIÓN A LA LLUVIA
Lluvia,
llueve sobre los árboles y sobre las hierbas,
y verdece los campos y las hojas.
Llueve de las muchas aguas,
que te miras en ellas como en sus espejos,
y al mirarte nos ves, lluvia, en tus ojos,
aún más bellos.
“Hojas y sombras” (1990)
Editorial Andrómeda. Madrid, 1990
Desconocido alguien:
No eres mi amigo. A mi amigo no hace falta que le escriba cartas (Además lee todas las otras...). No eres mi amigo porque no estoy seguro de que él esté aquí, o yo con él. En esta soledad no sé si estoy verdaderamente solo.
Así que no sé a aquien escribo, no sé a quien dirijo mi queja. No sé si me escucha.
“Las edades como un dardo” (1993)
Ediciones Endymion. Madrid, 1991
PROLOGO
Desde el alero me asomo, y miro
por ver qué es es
que en el patio interior
revuelve tanto: es el aire
inmenso y sin apoyo.
“Algún interminable mérito” (1998)
Ediciones Altair. Cuadernos de poesía Númenor.
Sevilla, 1998. 102pp. 500 ejemplares numerados.
Entre todos los rincones de la tierra
éste es el que mejor te sonríe
(Horacio)
Por todos los lugares del mundo
hemos buscado tu sonrisa
y se han ido deshaciendo como tierra
en ruinas
los lugares, muriéndose en tristeza
“Incesante clamor” (2002)
Ediciones Promesa. San José. Costa Rica, 2002. 42pp.
GUERRA DE LOS SUPERVIVIENTES
Se está quedando sola nuestra tierra,
reducida,
antes que estaba habitada, y blanca,
antes dilatada de claridad.
Algunas luces gimen
en calles oscuras de sus ciudades,
pocos arroyos lloran, limpiadores.
Tenebrosa multitud nos invades.
“El estanque amanece” (antologado, 1991)
“Antología de poemas a la Virgen” (antologado, 1992)
“Poetas en vivo” (Antología 1996-2001)
"La nave de alceo" (antologado, 1999)
Editorial Oriens. Madrid, 1979
Queridos amigos;
Poco antes de que llegara oficialmente el Otoño
vino a mi casa de incógnito;
fue el quince, lo recuerdo bien,
nos encontramos en medio de las luces, colores y sombras, en medio.
Esa es mi casa:
en medio de las luces, colores y sombras.
Mi casa es el atardecer, y la tuya.
Desde ese azul secreto y la luz oscura del día mediado
iniciamos nuestra tarea.
Digo iniciamos por darme importancia;
ya sé bien que es sólo Otoño quien trabaja.
“Los doce cantos” (1979)
Ediciones Algar. Madrid, 1979.
Edición numerada del 1 al 1000
96pp.
Smilodon Beige ha subido a la roca, y mírale, grita, brama enfurecido; pero parece su bramido endeble como el papel, y es porque su furor esté escrito.
El sol a su espalda semeja un halo suyo, pero las plantas y el celaje bien dicen que no lo es.
¡Quién sabe si está alto... No se ve el suelo.
Furor escrito... Solamente devora al que lee; eso mismo sucedió a Juan cuando, en la isla, se comió el libro: le ardieron las entrañas...
“Estaciones Cotidianas” (1984)
Ediciones Rialp. Madrid, 1984
EXORDIO
TODAS las cosas son huella;
ninguna irradia luz propia.
Cada vez que vuelvo a casa, traigo
de la calle imágenes, espejos...
Al golpe de mi trabajo
saltan estrellas.
Y en mi jardín cotidiano
se suceden las estaciones.
Con todo enciendo, en esta noche,
la luminaria del alma,
que es apenas luz
ante la luz que yo sé.
“Hojas de calendario” (1988)
Edición Angel Caffarena. Málaga 1988
18 de agosto
Almendro en el verano y polvoriento,
tan solitario y dolorido,
hojas desangeladas,
ni verdes ni amarillas;
la sonrisa sin ganas, desvaída.
La rama (1988)
Asociación Prometeo de poesía. Madrid, 1988
INVOCACIÓN A LA LLUVIA
Lluvia,
llueve sobre los árboles y sobre las hierbas,
y verdece los campos y las hojas.
Llueve de las muchas aguas,
que te miras en ellas como en sus espejos,
y al mirarte nos ves, lluvia, en tus ojos,
aún más bellos.
“Hojas y sombras” (1990)
Editorial Andrómeda. Madrid, 1990
Desconocido alguien:
No eres mi amigo. A mi amigo no hace falta que le escriba cartas (Además lee todas las otras...). No eres mi amigo porque no estoy seguro de que él esté aquí, o yo con él. En esta soledad no sé si estoy verdaderamente solo.
Así que no sé a aquien escribo, no sé a quien dirijo mi queja. No sé si me escucha.
“Las edades como un dardo” (1993)
Ediciones Endymion. Madrid, 1991
PROLOGO
Desde el alero me asomo, y miro
por ver qué es es
que en el patio interior
revuelve tanto: es el aire
inmenso y sin apoyo.
“Algún interminable mérito” (1998)
Ediciones Altair. Cuadernos de poesía Númenor.
Sevilla, 1998. 102pp. 500 ejemplares numerados.
Entre todos los rincones de la tierra
éste es el que mejor te sonríe
(Horacio)
Por todos los lugares del mundo
hemos buscado tu sonrisa
y se han ido deshaciendo como tierra
en ruinas
los lugares, muriéndose en tristeza
“Incesante clamor” (2002)
Ediciones Promesa. San José. Costa Rica, 2002. 42pp.
GUERRA DE LOS SUPERVIVIENTES
Se está quedando sola nuestra tierra,
reducida,
antes que estaba habitada, y blanca,
antes dilatada de claridad.
Algunas luces gimen
en calles oscuras de sus ciudades,
pocos arroyos lloran, limpiadores.
Tenebrosa multitud nos invades.
“El estanque amanece” (antologado, 1991)
“Antología de poemas a la Virgen” (antologado, 1992)
“Poetas en vivo” (Antología 1996-2001)
"La nave de alceo" (antologado, 1999)